JUSTIFICACIÓN

Este es un espacio en donde la gestión académica entrelaza ciencia y sabiduría, la cooperación social y libertad, el emprendimiento y sustentabilidad, democracia y creatividad, tecnología y arte, así como también la interculturalidad y globalidad, todo esto se perfila más allá de lo que se denomina la “Tercera Cultura”, que expresa la forma en como las personas científicas conforman hoy el núcleo de aquello que es comunicable y significativo en el espacio público. Nosotros, asumiremos más bien la responsabilidad de constituir una “Cuarta Cultura” en donde las ciencias sociales y las ciencias duras” se entretejen no sólo con la intelectualidad, sino con el patrimonio cognitivo de nuestras culturas ancestrales. Las biociencias han puesto de manifiesto que existen principios que presiden la conformación de la vida: autoorganización, interdependencia, sustentabilidad, complejidad, atracción, movimiento, incertidumbre, globalidad, complementariedad, diversidad, borrosidad, entre otros. En este acercamiento, haremos referencia exclusivamente a los tres primeros: autoorganización, interdependencia y sustentabilidad. Estos tres principios explican el por qué todos los seres como organismos vivos y como sistemas sociales se desarrollan gracias a su propio proceso de aprendizaje. Lo importante en este proceso de crecimiento es, ser lo suficientemente creativos para seleccionar, organizar y trabajar dicha información en vistas a transformarla en conocimiento significativo y relevante. Veamos con algún detalle cada uno de los tres principios:


Autoorganización

La física cuántica ha descubierto como principios fundamentales la atracción y el movimiento. Esto hace que la realidad sea descrita como un devenir ininterrumpido de sucesiones en equilibrio que siempre debe ser alcanzado. En este sentido, la atracción, el movimiento, y el equilibrio dinámico son básicos para poder comprender el principio de autoorganización de los seres y de los sistemas. Esta etapa que podemos llamar la etapa moralista y que se caracteriza por la normalización, el control externo, el orden establecido, queda superada por la nueva estructura, cuya característica según Ilya Prigogine, es la divergencia, la dinamicidad, la incertidumbre, la interacción, conectividad, interrelación y autoorganización.

Interdependencia

La interdependencia es el poder espiritual que otorga sentido a todo el universo y consiguientemente a todos los elementos que conformamos ese universo. Nosotros, los seres humanos, no somos ciertamente los reyes del mundo, sino partes de un sistema de relaciones, parte de un todo. Por esa razón, el éxito de los procesos vitales dependen del tipo de interrelaciones que logremos establecer entre los diferentes elementos que conformamos el todo. En este orden de ideas, la interdependencia sería esa intrincada red de relaciones en donde el éxito del sistema como un todo depende del éxito de cada parte y al revés, el éxito de cada parte depende del éxito del sistema como un todo.

Sustentabilidad

Los principios de autoorganización se complementan con el principio de sustentabilidad y viceversa. En este aprendizaje, dentro del propio entorno, juega un papel primordial la cooperación y la sociabilidad que deben darse ante todos los elementos o componentes que forman el propio ecosistema y así como de las relaciones significativas con otros ecosistemas. Esto nos obliga a cambiar radicalmente la manera de razonar heredada del pasado. El mundo de hoy necesita una racionalidad diferente, trenzada por las iniciativas y la cooperación. El sentido de la responsabilidad, la capacidad de relacionar unas cosas y fenómenos con otros y así descubrir en todo momento los brotes emergentes de lo nuevo.



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