PostDoctorado


Antecedentes

La propuesta de Estudios Postdoctorales Emergentes (EPES),representa un esfuerzo colectivo, para potenciar un proceso que pueda dar cuenta del desarrollo de la relación entre investigación, educación y decolonialidad, en la construcción de pensamientos emergentes, que va más allá de las medidas superficiales de reajustes económicos, políticos y especialmente educativos. En este contexto, y como antecedente, a mediados del año 2000, tomando como marco de referencia los fundamentos, presupuestos, principios y valores de un paradigma emergente por iniciativa del maestro Francisco Gutiérrez, un grupo transdisciplinario de personas, comenzaron a pensar la educación desde nuevos referentes. Tres años más tarde, este grupo se organizó como un doctorado inscrito en la Universidad De La Salle de Costa Rica. Es así, como para el 2003, se inicia la primera cohorte llegando hoy en día a 20 cohortes; de las cuales se han graduado 728 personas, pertenecientes a 15 países latinoamericanos así como europeos. Los conocimientos que se generaron son “emergentes y plurales…” por ello, de este doctorado no egresan “expertos, ni especialistas”, egresan: aprendientes de la vida,” como afirma Cecilia Díaz.



JUSTIFICACIÓN


Entramados problemáticos que se evidencian, entre otros, en las inequidades de género, etnia, clase, edad y que conforman nuestras sociedades actualmente. Estos problemas se potencian al entretejerse con los desarrollos de una concepción de mercado basada en la globalización y con la crisis del cambio climático, aunado a esto, las crisis propias que el mercado mundial produce a merced de su estructura de acumulación de capitales, de especulación financiera y depredación de la naturaleza. Por lo anterior, es necesario recuperar y recrear contextualmente las espiritualidades y las culturas autóctonas, la gestión de relaciones de equidad para la construcción de sociedades de paz y rediseñar de forma alternativa, los procesos de aprendizaje como experiencias transformadoras de las antropologías coloniales y colonialistas para la constitución de identidades que incorporen la gestión de la solidaridad y el amor como fundamentos de lo humano. Este es un espacio en donde la gestión académica entrelaza ciencia y sabiduría, la cooperación social y libertad, el emprendimiento y sustentabilidad, democracia y creatividad, tecnología y arte, así como también la interculturalidad y globalidad, todo esto se perfila más allá de lo que se denomina la “Tercera Cultura”, que expresa la forma en como las personas científicas conforman hoy el núcleo de aquello que es comunicable y significativo en el espacio público.


Nosotros, asumiremos más bien la responsabilidad de constituir una “Cuarta Cultura” en donde las ciencias sociales y las “ciencias duras” se entretejen no sólo con la intelectualidad, sino con el patrimonio cognitivo de nuestras culturas ancestrales. Las biociencias han puesto de manifiesto que existen principios que presiden la conformación de la vida: autoorganización, interdependencia, sustentabilidad, complejidad, atracción, movimiento, incertidumbre, globalidad, complementariedad, diversidad, borrosidad, entre otros. En este acercamiento, haremos referencia exclusivamente a los tres primeros: autoorganización, interdependencia y sustentabilidad. Estos tres principios explican el por qué todos los seres como organismos vivos y como sistemas sociales se desarrollan gracias a su propio proceso de aprendizaje. Lo importante en este proceso de crecimiento es, ser lo suficientemente creativos para seleccionar, organizar y trabajar dicha información en vistas a transformarla en conocimiento significativo y relevante. Veamos con algún detalle cada uno de los tres principios:


1. Principio de Autoorganización:

La física cuántica ha descubierto como principios fundamentales la atracción y el movimiento. Esto hace que la realidad sea descrita como un devenir ininterrumpido de sucesiones en equilibrio que siempre debe ser alcanzado. En este sentido, la atracción, el movimiento, y el equilibrio dinámico son básicos para poder comprender el principio de autoorganización de los seres y de los sistemas. Esta etapa que podemos llamar la etapa moralista y que se caracteriza por la normalización, el control externo, el orden establecido, queda superada por la nueva estructura, cuya característica según I. Prigogine, es la divergencia, la dinamicidad, la incertidumbre, la interacción, conectividad, interrelación y autoorganización. Como dice Humberto Maturana: “las conductas humanas se constituyen desde los deseos, desde las aspiraciones, desde las envidas, desde los enojos, desde el amor, es decir, desde las emociones y no desde la razón, el potencial existencial está dentro de nosotros mismos como lo están los flujos cíclicos de materia y energía generadores de la miríada de posibilidades que como co-creadores debemos traer a la existencia”.


2. Principio de Interdependencia:

La interdependencia es el poder espiritual que otorga sentido a todo el universo y consiguientemente a todos los elementos que conformamos ese universo. Nosotros, los seres humanos, no somos ciertamente los reyes del mundo, sino partes de un sistema de relaciones, parte de un todo. Por esa razón, el éxito de los procesos vitales dependen del tipo de interrelaciones que logremos establecer entre los diferentes elementos que conformamos el todo. ¿Qué supone esto? que las relaciones, significativas y valorables son establecidas desde fuera sino que nacen desde dentro de la propia realidad natural, en nuestro caso desde el propio yo. Se da un flujo constante de materia y energía de ondas y partículas. Son las relaciones siempre dinámicas las que determinan la interdependencia de los diferentes elementos que integran la realidad. La forma cómo debemos interactuar es uno de los aspectos fundamentales del quehacer cotidiano y del sentido de ese quehacer y por lo tanto del comportamiento humano. En este orden de ideas, la interdependencia sería esa intrincada red de relaciones en donde el éxito del sistema como un todo depende del éxito de cada parte y al revés, el éxito de cada parte depende del éxito del sistema como un todo.


3. Principio de Sustentabilidad:

Los principios de autoorganización se complementan con el principio de sustentabilidad y viceversa. En este aprendizaje, dentro del propio entorno, juega un papel primordial la cooperación y la sociabilidad que deben darse ante todos los elementos o componentes que forman el propio ecosistema y así como de las relaciones significativas con otros ecosistemas. Desde luego que esta viabilización nos exige una concertación abierta, inteligente y eficaz para dar con la práctica de los valores que debemos impulsar. La globalización encierra muchas trampas que deben ser develadas. La primera es querer transformar la realidad desde la estaticidad. El nuevo paradigma científico, o la nueva racionalidad como la llama Sergio Vilar, debe hacer frente a dos aspectos básicos: la revisión en profundidad de la forma de hacer política en el siglo XXI y la revaloración –o reencantamiento- de la educación por la pedagogía como promoción del aprendizaje. Esto nos obliga a, cambiar radicalmente la manera de razonar heredada del pasado. El mundo de hoy necesita una racionalidad diferente, trenzada por las iniciativas y la cooperación. El sentido de la responsabilidad, la capacidad de relacionar unas cosas y fenómenos con otros y así descubrir en todo momento los brotes emergentes de lo nuevo.

APUESTA POSTDOCTORAL

En esta propuesta postdoctoral, las trayectorias y estrategias de las investigaciones, no son pensadas como formas de conocimiento de una realidad independiente de nuestra percepción, sino más bien toman trayectorias tendientes a disolver la “dictadura de la objetividad y la “razón”. Por lo cual, se propicia este espacio para continuar profundizando en las temáticas e investigaciones, desde nuevas formas de pensar, de sentir, de aprender y de gozar. Por lo anterior, es necesario recuperar y recrear contextualmente las espiritualidades, las culturas autóctonas, la gestión de relaciones de equidad para la construcción de sociedades de paz y rediseñar de forma alternativa, los procesos de aprendizaje como experiencias transformadoras. Se trata de un espacio en el que la gestión académica entrelaza ciencia y sabiduría, cooperación social y libertad, emprendimiento y sustentabilidad, democracia y creatividad, tecnología y arte, así como interculturalidad y globalidad. A todo esto se le demonina la “Tercera Cultura”. Requerimos promover la cultura de la vida como expresión de la convivencia armónica entre los seres humanos, y entre estos y la naturaleza.


Octavio Duque, afirma: “este será el milenio de la vida, si logramos vibrar al ritmo de la vida, aprendiendo a escuchar los gritos de la tierra y los gritos de los que se sienten más excluidos de la vida”. En consecuencia, es importante aclarar que los estudios postdoctorales no conducen a grados académicos, sino a Certificados de Estudios Postdoctorales, mismos que son emitidos de acuerdo con los criterios que cada universidad y/u organización establezca. En este sentido, para ser congruente con nuestras claves epistemológicas, permitiremos una gran flexibilidad para atender las necesidades de desarrollo académico de las personas participantes. La investigación, por otra parte, es comprendida como proceso y no como resultado. Como cualquier proceso pedagógico que privilegia la indagación, necesita de conversación, estímulo, comprensión y mucha intuición; además promoveremos el gozo intelectual, el crear en nosotros y con otros para que ese gozo intelectual se dé, garantice la comprensión y que ésta no se detenga, tal como lo dijo Jorge Wagensberg.


Nuestra apuesta exige un pensamiento tal y como lo plantea Carlos Maldonado: “… pensar es un acto esencialmente creativo, no simplemente asociativo o de conexiones…”, que nos permite imaginar mundos insospechados e inauditos, transitando hacia algo que transforme, que proponga, que comparta, que sorprenda, que sea original y significativo.


“Frente a la lógica racionalista que niega lo sagrado y la subjetividad y en nombre del desarrollo y del progreso saquea la naturaleza y mata la vida, el paradigma emergente se caracteriza por la promoción de la lógica relacional y autoorganizacional que lleva al ser humano a redescubrir el lugar que le corresponde dentro del conjunto armonioso del universo.”

Prado, C. Gutiérrez, F



Certificación PostDoctoral




En esta búsqueda de la educación como proceso de aprender se debe insistir en que aprender es un proceso educativo que se autoorganiza y que sólo emerge en su dimensión vitalizadora. Esta dimensión nos obliga cuando es autogestionada porque supera las didácticas de la enseñanza. Las metodologías inherentes a la enseñanza son radicalmente diferentes a los procesos pedagógicos exigidos por el aprendizaje. Esta propuesta des-burocratizada que educa promoviendo el aprendizaje, es una estructura móvil haciéndose permanentemente, porque depende de la intervención de los atractores que la conforman, y ésta es la apuesta para los Estudios Postdoctorales Emergentes. El Sistema de Estudios Postdoctorales incluye a las universidades interesadas en involucrarse en una nueva visión de la indagación y comprensión de la realidad. Plantear la producción de imágenes desde una estética decolonial, supondría, de acuerdo a estos conocimientos críticos, desmontar la representación eurocentrista, sexista, racial y patriarcal que aun rige el canon visual del pensamiento hegemónico.


Pensar las prácticas audiovisuales en clave decolonial, supondría también ponerlas al servicio de los grupos y movimientos sociales que aspiran a abrir horizontes pluriuniversales. En consecuencia, es importante aclarar que los estudios postdoctorales no conducen a grados académicos, sino a Certificados de Estudios Postdoctorales, mismos que son emitidos de acuerdo con los criterios que cada universidad y/u organización establezca. Estas relaciones deben garantizar un dinamismo cognitivo e intelectual que enriquezca el desarrollo de las investigaciones. En este sentido, para ser congruente con nuestras claves epistemológicas, permitiremos una gran flexibilidad para atender las necesidades de desarrollo académico avanzado de las personas participantes. Algunas de nuestras instituciones pertenecientes a la red: UNIAV, Nicaragua; UVeracruzana, México; UCLA, Estados Unidos; Remington, Colombia; ULASALLE, Costa Rica; UCI, Costa Rica; UNAM, México; Caordia, Costa Rica; Equide, Colombia; U Manizales, Colombia; Isaac Newton, Costa Rica.


Como cualquier proceso pedagógico que privilegia la indagación, necesita de: conversación, estímulo, comprensión, mucha intuición y el gozo intelectual… crear en nosotros y con otros, que ese gozo intelectual se dé y que garantice la comprensión y que ésta no se detenga. En el acompañamiento entran en juego actitudes, sentimientos, marcos históricos, incertidumbres y deseos; somos parte de la motivación y de colocar elementos para conversar sabiamente acompañando con responsabilidad, con gozo de manera implicada. A continuación les presentamos algunas posibles temáticas para el desarrollo de las investigaciones posdotorales: • Construcción sociocultural de la profesionalidad docente • Comunidad y ciudadanía desde la infancia • Narrativas biográficas de alumnado y profesorado. • Experiencias de aprendizaje mediado y propensión a aprender. • La educación y escolarización; procesos educativos, caos y complejidad. • Comunidades de aprendizaje. • Complejidad. • Investigaciones Multidisciplinarias. • Investigación Sistémica. • Lo humano frente a la Inteligencia Artificial, lo simbólico y la conciencia como alternativas humanas no presentes en los algoritmos.